Sierva de Dios CARMELA TARANTINO
Se consagró a Dios entre las Hermanas Pasionistas de San Pablo de la Cruz con el nombre de Carmelina de la Cruz.
Aunque se encuentra recluida en un hospital de Toronto, logra cumplir su sueño: ser religiosa. Desde su cama, que se ha convertido en su cátedra, comienza a atraer a muchas personas impresionadas por su fe, por su alegría de vivir, por su amor a Jesús. Vive la misión de llevar alegría y serenidad a personas perdidas y descorazonadas.
En 2009, comenzó en Toronto la Investigación Diocesana para su beatificación.
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